viernes, 15 de octubre de 2010

El amor también sabe decir "No"

He oído en algún sitio esta frase y me ha quitado más de un peso de encima. Haciéndome comprender que en la misión de padres y educadores no siempre tenemos que datlo todo; o sea que no podemos decir siempre "Si".

-Por amor tenemos que tener la fortaleza de resistirnos a lo que no debe ser o no les conviene en ese momento.
-Por amor tenemos que hablar a nuestros hijos de sus errores y avisarles de sus efectos y por que no ayudarles a ver sus defectos y aceptarlos para que los puedan manejar  y corregir.
-Por amor tenemos que estar atentos: observar, conversar, derribar, construir y levantar con ellos.
-Por amor no podemos relajarnos y confiar en que lo harán bien siempre, podemos observar sus comportamientos, sus cambios de humor, su nivel escolar, sus relaciones y a sus amigos, interesándonos en conocerles y tratarlos.
 Conocer que les une a esos amigos: como se divierten, qué les gusta, creo que lejos de ser un fisgon en la vida de nuestros hijos, todo esto debería pasar desapercibido, pero es importante , porque con esos amigos pasarán gran parte de su tiempo, mucho más que con nosotros,  a medida que vayan creciendo, compartiran su forma de hablar, sus costumbres, sus experiencias, y nuestros hijos se iran pareciendo más a sus amigos y menos a nosotros.
Para los mal pensados , -que haberlos ailos-, no estoy diciendo que actuemos con una premeditación enfermiza en este velar por nuestros hijos.... con naturalidad, abrir nuestro hogar a los amigos de nuestros hijos, siempre será un buen paso paso para que sepan que estamos cerca si necesitan algo, eliminar los muros de la comunicación, tras los cuales,  y perdidos tras los pequeños ajetreos de una vida medio normal, se pueden convertir  en un problema, si no son detectados a tiempo.
Sobretodo, quisiera recordar que nunca es mucho, el tiempo que dedicamos a escuchar a nuestros hijos a compartir alguna actividad, y que ellos siempre tienen que estar seguros de que son lo mas importante para nosotros, hoy especialmente, en que el activismo nos gana terreno y nos impide dar quizas unos minutos al día... con cierta serenidad.
Y paranos de vez en cuando a revisar este tema, ¿que clase de madre, o padre soy?, ¿que le estoy dando a mis hij@s? . Ese es el asunto más importante. todo lo demás debería poder esperar.
Educar, hoy es la función primordial e insustituible de los padres. pues ni la escuela en la mayoria de los casos , ni la calle, ni los medios, estan para ayudarnos aesta labor, querida por Dios para nosotros.

Ese era el unico fin de mi entrada de hoy, quizás haciendo yo también exámen de lo que ocurre en mi templo familiar, con agradecimiento a mi esposo que comparte y me facilita la tarea aportando su autoridad y figura responsable, su ejemplo, su tenura y alegría....